Una de las características de la cocina china es el uso habitual de varios tipos de salsas chinas, diferentes a las típicas salsas occidentales debido a sus ingredientes poco comunes. Además de color y aroma, aportan distintas sensaciones gustativas. A continuación, te explicamos algunas de las más utilizadas.
Salsa de soja
Este aderezo es uno de los más frecuentes en la gastronomía china, ya que forma parte de todo tipo de preparaciones. Se utiliza en platos de arroz y fideos, para marinar carnes y pescados o para darle color a las sopas.
Su uso está tan extendido que incluso es un ingrediente esencial de otras salsas. En su elaboración, se emplean la soja cocida, el trigo tostado y la salmuera. Estos ingredientes se mezclan para formar una pasta que se deja fermentar durante un tiempo, pasado el cual se prensa para extraer el líquido que la constituye.
Según los ingredientes y lo intenso de la fermentación, puede ser más espesa y fuerte (koikuchi) o bien más clara y suave (usuchuki). Por otro lado, la shiro es de color blanco, ya que se emplea una proporción de trigo mayor.
Salsa agridulce
Entre las salsas chinas también muy conocida la salsa agridulce, indispensable para preparar pescado y pollo agridulce o acompañar platos con vegetales, como los rollitos primavera o el arroz frito.
La receta varía de una a otra región, pero siempre se mantiene el contraste de sabores agrios y dulces. La mayoría de las versiones se hacen con vinagre de arroz, tomate, salsa de soja, azúcar y maicena.
Salsa XO
Su base son los mariscos y pescados, ya que entre sus ingredientes figuran las anchoas, las vieiras y las gambas cocidas. Lleva también chiles y se utiliza principalmente en los platos de pescado.
Respecto a su historia, has de saber que esta salsa se originó en Hong Kong y se hizo muy popular en China en los años 80. Su nombre significa que es un producto gourmet, exclusivo y de alta calidad.
Salsa hoisin
Esta preparación muy popular en China y Vietnam se parece a la salsa de ciruelas, por lo que a veces recibe este nombre en Occidente. Aunque la voz “hoisin” significa marisco, no lleva este ingrediente. Guarda cierta semejanza con la salsa agridulce, aunque es más oscura. Tiene un toque más dulce y picante y, además, es espesa, razón por la que también es denominada barbacoa china.
Entre sus ingredientes figuran el vinagre de arroz, la melaza, el aceite de sésamo, los chiles, cortados finamente, el azúcar, los ajos y las judías fermentadas. Suele acompañar platos fríos o tibios, como los rollitos primavera, los dumplings, los pescados, las gambas y el cerdo. Además, es imprescindible para preparar un plato emblemático de la cocina china, el pato laqueado de Pekín.
Salsa teriyaki
Esta salsa también tiene un nombre complejo, ya que procede de “teri”, que quiere decir brillante en japonés, y de “yaki” (asar), por la forma en la que se prepara. Sus ingredientes son la salsa de soja, el vino dulce de arroz, el azúcar y el sake, que se dejan cocer hasta que el alcohol se evapora y la salsa se espesa.
La puedes utilizar para las marinadas de carnes y pescados, para untar carnes a la parrilla o para las brochetas antes de asarlas, ya que es muy untuosa.
La gastronomía de China, compleja y milenaria, te proporciona muchos tipos de salsas chinas diferentes. Todas guardan sus propios secretos y están concebidas para realzar tus platos preferidos. Si quieres probar estas deliciosas salsas, ven a Restaurante Chino Gran Muralla o pide a domicilio y te llevamos los mejores platos de nuestra cocina a casa.